Por eso, cada vez son más las organizaciones que se preocupan por la higiene del sueño de sus empleados, y tratan de fomentar la cultura del descanso entre ellos.
La higiene del sueño comprende una serie de hábitos que favorecen un descanso saludable, y tiene en cuenta algunos de los factores que pueden afectar a la calidad del mismo: los horarios, la estimulación lumínica, el ruido, la alimentación o el deporte, entre otros. Sin embargo, y según los datos del último estudio Cigna 360º Wellbeing Survey, sólo el 39% de los españoles afirma dormir el tiempo necesario.
En este sentido, y según destaca la Sociedad Española de Neurología (SEN), una falta de descanso habitual incrementa el riesgo de padecer problemas de salud como obesidad o hipertensión, además de afectar al bienestar general. Y, precisamente, es de lunes a viernes cuando menos se duerme, lo que puede tener un impacto negativo en la productividad laboral y en el ambiente de trabajo en la oficina.
¿Qué entendemos por sueño saludable? Para un adulto, sería poder dormir entre 7 y 9 horas diarias, sin interrupciones. Para lograr este objetivo, desde la empresa se puede contribuir impulsando programas de orientación para mejorar los patrones de sueño o pequeñas pausas de descanso a lo largo de la jornada, entre otras iniciativas. Además de la propia mejora en el bienestar general en el espacio laboral, la salud física y emocional en los empleados también se verá muy beneficiada. ¿Quieres saber cómo?
- Refuerzo del sistema inmunitario: al dormir bien, el organismo emplea ese tiempo en recuperarse de las agresiones y regenerar nuestro sistema inmunológico.
- Corazón sano: un buen descanso es beneficioso para el sistema cardiovascular ya que mantiene la presión arterial a niveles bajos.
- Mejor estado de ánimo: dormir facilita la producción de melanina y serotonina, hormonas que contrarrestan otras como la adrenalina y el cortisol y por consiguiente reduce el estrés.
- Más memoria: descansar permite al cerebro consolidar toda la información recibida a lo largo del día, además de favorecer la concentración y en consecuencia el rendimiento diario.
- Reducción del riesgo de padecer obesidad: dormir bien regula el metabolismo y reduce el riesgo de padecer obesidad.